Las empresas se ven amenazadas por diferentes riesgos según su actividad y el lugar donde la desarrollan. Para hacer frente a ello deben analizar, planificar y proponer medidas de actuación para cada una de esas situaciones de peligro que le pueden afectar. Es ahí donde entran en juego los planes de emergencia.
¿Qué se entiende por «emergencia»?
Por emergencia, según la definición del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) entendemos lo siguiente: “situación o accidente que acontece de forma imprevista y puede afectar a la integridad física de las personas, a los bienes y/o al medioambiente, ya sea individual o colectivamente, pudiendo, en ocasiones, llegar a constituir una situación de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública”.

Cualquier titular o responsable de un centro de trabajo que sea susceptible de resultar afectado por situaciones de emergencia deberá disponer de suficientes medios humanos y materiales para prevenir y hacer frente a las situaciones de emergencia que puedan producirse en el interior del mismo.
- La propia actividad: incendio, explosión, fuga, derrames, desconfinamiento de una instalación radioactiva, etc.
- El entorno tecnológico: industrias anexas, obras de construcción próximas, accidentes de tráfico, etc.
- El entorno natural: inundación, rayo, incendio forestal, nevadas, granizo, vendaval, etc.
Tal y como establece el art. 20 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, una vez analizadas las posibles situaciones de emergencia, se determinarán los medios materiales y humanos necesarios, estableciendo las directrices necesarias a llevar a cabo, especialmente en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores para cada una de ellas.
La planificación incluirá también las relaciones con los servicios de ayuda externa en aspectos de: primeros auxilios, lucha contra incendios, asistencia médica de urgencia y salvamento y establecerá la periodicidad para las comprobaciones del correcto funcionamiento del plan.
Los planes de emergencia se deben implantar en los establecimientos, es decir, se debe aportar a los trabajadores la formación/información necesaria para que sepan cómo actuar en caso de emergencia y se deben practicar estas situaciones, mediante simulacros, formaciones en materia de primeros auxilios o extinción de incendios, etc. En otro post os hablamos de los aspectos a tener en cuenta en los simulacros de emergencia.
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